Impacto profundo


“No, no se trata del título de alguna película de ciencia ficción. Se trata de hechos reales en una realidad concreta, que vienen sucediendo en el departamento de Cajamarca, expresados en numerosos tajos abiertos que van desde los 600 metros a más de profundidad, los cuales chupan las aguas superficiales cual vampiros insaciables”

Por  Avelino Zamora Lingán (*)
 
Después de cerca de 20 años, la población cajamarquina del campo y la ciudad, recién ahora está sintiendo y empezando a sufrir el verdadero impacto de la actividad minera. 
 
Una población, mayormente rural, que hasta el año 1993, en el cual llega la transnacional minera Newmont Gold Corporation, vivía básicamente de la actividad agropecuaria aunque en condición de subsistencia, le generaron la expectativa del “desarrollo y progreso” a partir de la actividad minera. 
 
Dicha población nunca imaginó que la transnacional minera, que estaba ingresando a su territorio, era una de las más grandes del mundo y la única en Suramérica; pero, también, era, según varios informes del propio Estados Unidos, una de las transnacionales mineras más desacreditadas e irresponsables del mundo. 
 
La población Cajacha ahora está con “los pelos de punta” cuando cada día que pasa se entera que sus fuentes de agua (lagunas, manantiales, ríos, quebradas, colchones acuíferos) han sido destruidas y otras están en proceso de destrucción y que están siendo sustituidas por enormes y espiralados tajos (que  han servido de inspiración para que el gobierno  diseñe el logo de la marca Perú); mientras que otras están irremediablemente contaminadas.  
 
 La población cajamarquina y, ahora, bañosina, recién está enterándose que está bebiendo agua tratada, de tipo III (apta sólo para la agricultura y para los animales), bombeada por la transnacional.  ¡El impacto causado en las fuentes hídricas, por la transnacional, ha sido tan profundo, pero tan profundo como los tajos que ha producido durante 19 años, para extraer el oro cajamarquino!
 
Pero gran parte de la población cajamarquina aún no se da cuenta que los daños que ha causado la minera son irreversibles, es decir, que lagunas, manantiales y cochones acuíferos, que han sido destruidos, nunca más volverá a verlos, ni esta, ni la próxima generación. 
 Que sólo quedarán en las fotos y las imágenes para hacernos recordar lo bellas que eran, pero sobre todo, hacernos recordar nuestra indiferencia. Indiferencia que nos ha llevado a la inercia y la pasividad excesivas, con la creencia en que la actividad minera iba a generar el tan ansiado “desarrollo” de esta región, la cual ha sido permanentemente abandonada por los sucesivos regímenes gubernamentales. Sin embargo, después de la indiferencia, hoy se apodera la impotencia, al no saber qué hacer, a quien acudir, ni cómo solucionar el problema de escases del vital líquido elemento. Impotencia que se agrava con la indiferencia de los poderes del Estado, empezando desde el Presidente de la República, hasta los instrumentos mediáticos quienes, en lugar de darle la razón a la población, se limitan a cumplir el papel de serviles ante la transnacional.
 
Cuando la Transnacional ingresa a Cajamarca lo hace con un proyecto, luego a lo largo del tiempo ha empezado a diseñar y ejecutar al menos cerca de 10 proyectos, entre éstos, el mega proyecto Conga. Una idea: Según datos del Ministerio de Energía y Minas, hasta el año 2004,  existían en todo el país, un total de 265 proyectos mineros, de los cuales 43 correspondían a la región Cajamarca y de éstos 34 eran proyectos auríferos. Todos estos proyectos de la región Cajamarca corresponden a 19 empresas mineras, entre éstas, las más conocidas: La Newmont Gold  Corporation (Yanacocha), Angloamerican, Lumina Cooper SAC; Río Tinto, Gold Fields, San Nicolás, Shahuindo, entre otras transnacionales más. Sin embargo, hasta el 2010, se estima que en Cajamarca existen más de 50 proyectos mineros metálicos en etapa de exploración. 
 
 
¿Se ha puesto a pensar Ud. qué pasaría con el medio ambiente, con las fuentes de agua, que aún quedan, si es que todos esos proyectos mineros se ejecutarían? El problema es que casi todos los proyectos de las empresas mineras metálicas se ubican en las cabeceras de cuenca, a lo largo y ancho del departamento, porque precisamente allí se encuentran los minerales y, además, porque, según los expertos, en dichos espacios geo-sociales la extracción de recursos mineros es mucho más rentable. Todo esto a configurado una región invadida por las transnacionales mineras con decenas de proyectos mineros y cientos de tajos abiertos, de tal manera que hoy, con razón, se puede decir que “Cajamarca es la región de los tajos” o que, parafraseando a Gonzales Prada, quien dijo que “el Perú, que es un país enfermo, por que donde se pone el dedo salta la pus”, en este caso, para Cajamarca, decimos “Cajamarca es una región sedienta, que en donde falta el agua, salta el tajo minero”. 
 
Y, no es una exageración, blasfemia o herejía, ni tampoco es necesario ser brujo, al decir  “región sedienta”, considerando que la “aplanadora” de las transnacionales mineras están casi en todas las provincias del departamento, trayéndose abajo todos los cerros, las lagunas, los manantiales y colchones acuíferos, que si no se frena a tiempo el apetito voraz por el oro y el afán “vampirezco” por “chuparse” nuestras aguas, no sólo la ciudad de Cajamarca sino toda la región se irán quedando sin agua, tal como ya está sucediendo ahora mismo. 
 
Ante tan reseco y sediento futuro que le espera a la población cajamarquina actual, pero sobre todo a las próximas generaciones, creo que queda corto e insuficiente el ya famoso slogan CONGA NO VA; pues, ante la envergadura y profundidad del problema hídrico es necesario sustituirlo por otro más compatible y acorde con la realidad, como éste: LA MINERÍA NO VA. Al decir “Conga no va”, sólo nos estamos refiriendo a uno de decenas de proyectos mineros que se encuentran a lo largo y ancho de la región Cajamarca, todos ellos apuntando a las cabeceras de cuenca, con las mismas características, los mismos impactos en los recursos hídricos, las mismas malas prácticas y estilos al relacionarse con las comunidades.
 
 Cajamarca debería ser declarado región libre de minería y, por qué no, Perú país libre de minería. Tampoco es una herejía: En América Latina existe un país que, gracias a la unión del pueblo y a sus autoridades, que supieron escuchar la voz del pueblo ha sido declarado “PAÍS LIBRE DE MINERÍA”. 
 
Ese país es Costa Rica, país que por obra y gracia de su pueblo, que le perdió el miedo a las transnacionales; pero sobre todo un pueblo que no se hizo dependiente de la actividad minera, por fin puede beber agua de calidad y abundante; respirar aire puro y sin que nadie corrompa a sus autoridades, a la justicia, a la prensa y convierta en mendigos a la población. 

Share on Google Plus

About Redacción

This is a short description in the author block about the author. You edit it by entering text in the "Biographical Info" field in the user admin panel.
    Blogger Comment
    Facebook Comment

0 comentarios :

Publicar un comentario