Fuente: Alerta Perú
La líder de los familiares de las víctimas de la Cantuta -que luchan desde hace 18 años para que la matanza no quede impune- concedió una entrevista a Alerta Perú. Gisela Ortiz recuerda las atrocidades cometidas por Alberto Fujimori y sus cómplices en la década del 90, atrocidades encubiertas por un aparato de Estado corrupto que aseguraba la impunidad de sus agentes criminales. La hermana de Luis Enrique Ortiz -estudiante asesinado por el Grupo Colina- explica por qué el fujimorismo, luego de todas las violaciones de derechos humanos, pretende hoy día nuevamente acceder a la presidencia de la República y pide al elector peruano informarse y decidir con consciencia y no por miedo este 5 de junio.
¿Por qué cree Ud. que luego de todos los crímenes cometidos por el fujimorismo, hoy luego de 10 años, se convierte nuevamente en una opción para disputar la presidencia?
El fujimorismo siempre estuvo ahí - escondido - hasta que volvió a salir en las anteriores elecciones del 2006 y ahora se mantiene dentro de su margen del 20%, que siguen siendo los fujimoristas más “fanáticos”. A este grupo de personas no les importa los hechos que se cometieron bajo la dictadura de Fujimori como los crímenes de las violaciones a los derechos humanos. Siguen creyendo que en la década 90 se dividió el Estado en dos: un Estado que hacia todo lo bueno con Fujimori y un Estado que hacia todo lo malo con Montesinos quien es el único responsable de toda la corrupción que hubo para comprar congresistas, medios de comunicación y meterse en los negocios de armas y drogas. Fujimori sigue apareciendo como inocente y eso es parte de lo que construyeron los medios de comunicación incluso desde 1999, cuando empezaron a aparecer los delitos que cometía Montesinos. Yo creo que Fujimori tenía también un dinero disponible para usarlo de acuerdo a su propia conveniencia pero que se cuido mucho para no aparecer en documentos o videos. Y como a la gente le cuesta convencerse cuando no ve, no se le atribuye a Fujimori la responsabilidad de la Cantuta o de Barrios Altos por ejemplo. Cabe recordar también que los seguidores de Fujimori son gente con mucho poder económico y político que se encargaron, a través de una campaña mediática permanente, de limpiar la imagen de Fujimori, de sus hijos y su entorno y seguir haciéndolo aparecer como inocente. Ahora en el contexto electoral esta campaña se ha evidenciado mucho más. El poder económico del fujimorismo explica también por qué se sigue insistiendo en esta manera delincuencial de hacer política en nuestro país, como comprarle la conciencia a la gente más pobre y necesitada acercándose con regalos para comprar su voto y hacerles quedar como mendigos y dependientes. El gobierno de la transición no tuvo la capacidad de cambiar estas reglas del juego para hacer política.
¿Cuál fue el error que usted puede identificar en los años de la transición posfujimorista para que tengamos a Keiko Fujimori en la segunda vuelta?
Hubo un debilitamiento del compromiso del Estado de deslindar de la corrupción. Al momento de la transición, había mucho apoyo del Estado para que los sistemas de investigación funcionen y una gran parte de las redes de corrupción de Montesinos y de la red criminal del Grupo Colina se descubrieron por eso. Pero en los últimos años del gobierno de Toledo ya no hubo este proceso y el gobierno de Alan García que fue ineficiente en este tema. Entonces, no había ninguna voluntad política de insistir en la necesidad de limpiar el Estado de cada uno de sus crímenes, al contrario se cortaron los presupuestos y el número de personas dedicado a la investigación de esos delitos.
Una vez reconocida la corrupción y la naturaleza autoritaria del régimen, pareció que todo quedaba en el pasado. Un pasado que tendríamos que enterrar, olvidar, perdonar y no volver a tocar porque es muy sensible y exacerba ánimos. Pero son hechos que no son del pasado porque no los hemos resuelto. Solo lo hemos dejado bajo del alfombra.
La otra responsabilidad del gobierno de Toledo es no haber asumido las recomendaciones obligatorias de la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR) que identificaban las raíces de la violencia que terminó matándonos entre peruanos. No se reparó a las víctimas, no hubo tampoco acercamiento del Estado a aquellas comunidades afectadas por esta violencia y que en algún momento sí recibieron la visita de Alberto Fujimori que lo recuerdan como el único presidente que les visitó y que nadie más fue. Viajando a estas zonas, Toledo hubiera podido cambiar la imagen o el recuerdo de lo que es el fujimorismo y dar la imagen de un gobierno distinto, que no necesita la corrupción para atender a los reclamos de la población.
Finalmente, la responsabilidad la tiene también la sociedad civil que algunos años después de la transición demostró demasiada apatía por seguir exigiendo que estos hechos de corrupción y de violaciones a los derechos humanos sean esclarecidos. Los medios de comunicación tampoco cumplieron con su responsabilidad al tratar esos temas como cosas que a nadie le importa o con escándalos de farándula que no responde a la necesidad del país.
¿Qué sensación le da ver nuevamente en el Congreso a figuras como Martha Chávez y Luz Salgado que participaron activamente en la dictadura de Fujimori?
Es un atropello a la dignidad de todos los peruanos porque ha sido gente que si bien es cierto que el Poder Judicial no pudo demostrar algún tipo de responsabilidad penal por algún tipo de delito, siempre estuvo justificando lo que el fujimorismo hacía. Durante la época del caso Cantuta, Martha Chávez con la tesis del auto-secuestro – que enuncio públicamente en el pleno del Congreso de la República – negó la existencia del Grupo Colina y de los crímenes que se cometieron para evitar que el caso Cantuta pase al Ministerio Público. Hace pocos años la misma señora Chávez seguía diciendo en la televisión que las víctimas de Cantuta eran terroristas. Ahora bien, nuestros familiares no son los que están en juicio, aquí las víctimas son víctimas porque hubo un grupo de asesinos del ejército con el aval del gobierno que mataron a nuestros familiares. Ellos ya no están para poder defenderse y demostrar si son culpables o inocentes. Me parece realmente fuera de toda humanidad que se les siga acusando a los muertos.
Para los más jóvenes, que no recuerdan del todo la dictadura: ¿Qué significa la matanza de la Cantuta y los demás crímenes cometidos por Fujimori en la historia del país?
La Cantuta y Barrios Altos son dos crímenes emblemáticos, los más conocidos y difundidos, no significa que sean los crímenes más graves que se cometieron en nuestro país. Pero es algún ejemplo del cual nos podemos servir para denunciar un hecho tan doloroso y toda la impunidad que se quiso afianzar en nuestro país a raíz de estos crímenes. El caso de la Cantuta se produce cerca de un año después del auto-golpe, cuando las universidades fueron intervenidas militarmente. Hablamos de una época donde el Congreso había sido intervenido ya que desapareció en el 92 y fue recompuesto en 93 con una mayoría fujimorista. Hablamos también de un poder judicial intervenido, con la mayoría de jueces y fiscales contratados para trabajar a favor de la impunidad. Entonces, lo que significa realmente la matanza de la Cantuta es la demostración del nivel de manipulación de este aparato asesino que dependía directamente de las órdenes de Vladimiro Montesinos, del jefe supremo de las Fuerzas Armadas y de Alberto Fujimori.
¿Qué acciones piensan tomar los familiares de las víctimas de la matanza de la Cantuta?
Todos estamos todavía procesando lo que está pasando pues no nos hemos puesto de acuerdo en que vamos a hacer. Sin duda, nos vamos a sumar a cada evento que los distintos sectores de la sociedad civil vaya a organizar para hacer frente a la campaña de Keiko, en la cual los medios de comunicación la apoyan en mayoría y seguramente van a manipular para desinformar a la gente. No podemos convertirnos en cómplices de los crímenes de la década Fujimori sobre todo cuando está en juego la posible liberación del responsable de la muerte de mi hermano: Alberto Fujimori.
¿Qué le diría a la población que va a tener que elegir entre la Sra. Fujimori y Ollanta Humala este 5 de junio?
Informarse. No hay que dejarnos llevar, hay que tener capacidad de analizar, de ser crítico buscando la información de diversas fuentes y no solo en los medios de comunicación tradicionales, para que al final la decisión que se va a tomar sea una decisión responsable y consciente del voto que se va a emitir. Espero que durante estos dos meses la gente tenga mucho interés de investigar para que no sea un voto comprado o regalado, que no sea un voto que nazca de la mentira acusando y señalando a los demás de hechos que fueron ellos quienes los cometieron y finalmente que no sea un voto sacado del miedo. De ninguna manera votar por Keiko.
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