La Asamblea de Afectados por Texaco afirmó que la transnacional
petrolera Chevron-Texaco ha lanzado una agresiva campaña de espionaje
corporativo diseñada para intimidar y perseguir a los abogados que
recientemente le ganaron un juicio de más de 18 mil millones de dólares
en las cortes de justicia del Ecuador, por los daños causados en la
Amazonía.
“Chevron ha contratado los servicios de al menos cuatro empresas de
investigación y espionaje de los Estados Unidos y América Latina para
perseguir a los abogados y dirigentes del juicio de Lago Agrio. Este
acto tiene como objetivo amenazar el equipo legal, así como obtener
información confidencial sobre la estrategia de las comunidades de la
Amazonia, que se están preparando para iniciar las acciones de ejecución
de la sentencia en distintas partes del mundo”, señala un comunicado de
los afectados.
“Quienes representamos a las comunidades de la Amazonía, vivimos en
una situación cada vez más grave donde se evidencia que nuestras vidas y
el bienestar de la gente están bajo un ataque coordinado y dirigido por
Chevron,”, afirmó Pablo Fajardo.
“Ante esta creciente amenaza, hago un llamado urgente a todas las
personas que aman la vida y la justicia, para proteger el derecho de las
comunidades de la Amazonía Ecuatoriana, al acceso a la justicia y poder
seguir con nuestra batalla jurídica bajo la ley sin amenazas ni
intimidaciones, hasta lograr que Chevron pague hasta el último centavo
por haber devastado a la Amazonía Ecuatoriana”.
Entre los hechos que confirman la existencia de la agresiva campaña de espionaje y persecución de Chevron constan:
• Tanto en Lago Agrio como en Quito, Pablo Fajardo ha sido
seguido y hostigado repetidamente en las últimas semanas por personas
que toman fotos de él. Fajardo también ha recibido numerosas llamadas
telefónicas anónimas en las últimas semanas, donde al responder la
llamada cierran el teléfono. Además, el computador personal de Fajardo
ha sido hackeado en varias ocasiones en los últimos meses desde una
dirección IP en los Estados Unidos.
• El día martes 6 de marzo un grupo de tres mujeres –
afirmando que tenían una cita con Pablo Fajardo – intentaron ingresar a
la oficina del equipo de los demandantes en Quito. Luego se comprobó que
no existía ninguna cita programada y que las mujeres estaban mintiendo.
Pero las mujeres regresaron al siguiente día por la mañana, con la
misión de fotografiar al equipo de trabajo de los defensores de la
Amazonía Ecuatoriana. Posteriormente estuvieron un fuerte incidente con
el abogado Julio Prieto. Debido a la intervención del personal del
Ministerio de Justicia y Derechos Humanos y de la Policía Nacional,
estas tres personas eventualmente cesaron sus agresiones.
• El martes 13 de marzo dos hombres jóvenes, que afirmaban
ser abogados, en forma violenta interceptaron a Pablo Fajardo en la
puerta de su oficina en Quito;, bajo el pretexto de entregar documentos
de Chevron enviados desde los Estados Unidos. Adicionalmente, uno de
ellos estaba filmando con una cámara todos los movimientos de Pablo
Fajardo. Nuevamente el equipo de trabajo de los Demandantes se vio
obligado a pedir auxilio al Ministerio de Justicia y Derechos Humanos,
al igual que a la Policía Nacional. Los dos supuestos abogados
respondían a los nombre de Felipe LLorca y Alan Almeida. (ver foto
adjunta)
• El señor Luis Yanza ha sido objeto de persecuciones y
espionaje tanto en la ciudad de Quito como en la ciudad de Francisco de
Orellana (Coca), donde personas sospechosas pasan varias horas al día
vigilando su residencia e incluso han localizado a su esposa en su lugar
de trabajo.
• El señor Donald Moncayo, importante miembro del equipo de
los demandantes en Lago Agrio que es conocido y ha sido anfitrión de
docenas de periodistas de todo el mundo que visitan la zona contaminada,
fue víctima recientemente de un intento de robo por personas de
seguridad de Chevron, quienes a la fuerza intentaron arrebatar su
mochila donde tenía sus documentos personales y cientos de tarjetas de
contactos de periodistas. El señor Moncayo opuso resistencia, pero
pocos días después la misma mochila fue robada desde el interior de un
vehículo. Poco después recibió una llamada anónima, que le manifestó que
podía devolverle únicamente un documento en particular.
El espionaje y persecución no están limitados al territorio
Ecuatoriano. Steven Donziger, asesor de los demandantes residente en
Nueva York, ha sufrido persecuciones en las últimas semanas 24 horas al
día y por siete días a la semana. Son seis “investigadores” conectado a
un bufete de Estados Unidos, que trabajan para Chevron en el caso de
Ecuador. Estos hechos han sido confirmados por numerosos testigos, entre
ellos un ex agente del FBI contratado para llevar a cabo
contra-vigilancia del equipo de espionaje de Chevron.
Los abogados de las comunidades amazónicas han confirmado que este
aspecto de la operación de espionaje es controlado por personas que
trabajan o trabajaron para Kroll, una empresa de investigaciones con
sede en los Estados Unidos, contratada por Chevron.
A más de Kroll – una de las empresas de espionaje más grandes del
mundo con sede en Nueva York – Chevron también ha contratado al grupo de
investigaciones Mason, basado en San Francisco; una empresa colombiana
desconocida; y a la empresa IR en la que labora un tal Douglas Beard.
“Este tipo de persecuciones y espionaje no son novedad; desde hace
tres meses hemos visto todos los días personas que están vigilando
nuestra oficina y fotografiando nuestros movimientos”, afirmó Luis
Yanza. “Si piensan que con ese espionaje nos van a amedrantar están
equivocados, vamos a seguir luchando por la justicia hasta conseguir que
Chevron pague por su crimen”, concluyó.
“Ante la creciente amenaza que sufren los abogados y dirigentes de
las comunidades afectadas de la Amazonia Ecuatoriana, nos hemos visto
obligados a pedirle a la Dirección de Cumplimiento de Obligaciones
Internacionales del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos del
Ecuador, que reactive las medidas de protección de emergencia les
otorgó hace varios años por la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos”, afirmó Julio Prieto.
Finalmente, Pablo Fajardo señala que si algo llegase a suceder con
cualquier miembro del equipo de trabajo de los demandantes dirigentes de
los afectados, o sus familiares, no hay más responsable que Chevron.
Razón por la cual pide la solidaridad y apoyo de todas las personas y
organismos de Derechos humanos del Ecuador y el mundo, para evitar que
la violencia prospere, y que la lucha se libre en el campo de batalla de
lo jurídico, y no al margen de la ley.
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