La Coordinadora
Nacional de Derechos
Humanos (CNDDHH)
expresa su
preocupación ante los
acontecimientos de
violencia sucedidos el
último 10 de
noviembre en
Andahuaylas – Apurímac
durante el paro
indefinido convocado
por la Junta de
Usuarios del Distrito
de Riego de
Andahuaylas y
Chincheros que ha
dejado un saldo
lamentable de 35
heridos entre policías
y civiles, así como
daños contra entidades
públicas y privadas.
Demandamos una
investigación
exhaustiva sobre los
responsables de estos
hechos lamentables y
de ser el caso la
sanción
correspondiente; pero
asimismo exigimos al
gobierno la atención
eficaz a los heridos
hasta que recobren
cabalmente su salud.
Queremos llamar la atención por la situación de los conflictos medioambientales, tanto los latentes como los que han estallado en los últimos días, que si bien es cierto no nacen en los últimos tres meses, sí pueden cobrar resultados lamentables si el gobierno actual no los atiende con voluntad política decidida y firme.
Las tensiones medioambientales de singular urgencia se vienen presentando en Cajamarca, Ancash, Cusco-Arequipa, Apurímac y Puno motivados, en su mayoría, por un problema grave con diversos proyectos de industrias extractivas. Uno de los instrumentos que podrían conducir a tratar de manera eficaz estos problemas medioambientales es tener un adecuado ordenamiento territorial, que plantee claramente en que lugares pueden desarrollarse las industrias extractivas y en qué lugares no se puede. El Ordenamiento Territorial fue un ofrecimiento electoral y se debe de cumplir como compromiso que permitiría un marco legal claro para las poblaciones y las empresas extractivas.
Instamos firmemente a las organizaciones sociales a mantener los mecanismos de diálogo, respetar la propiedad pública y privada y buscar resolver los conflictos por las vías institucionales y democráticas.
Secretaría Ejecutiva
Coordinadora Nacional de Derechos Humanos
14 de Noviembre del 2011
Queremos llamar la atención por la situación de los conflictos medioambientales, tanto los latentes como los que han estallado en los últimos días, que si bien es cierto no nacen en los últimos tres meses, sí pueden cobrar resultados lamentables si el gobierno actual no los atiende con voluntad política decidida y firme.
Las tensiones medioambientales de singular urgencia se vienen presentando en Cajamarca, Ancash, Cusco-Arequipa, Apurímac y Puno motivados, en su mayoría, por un problema grave con diversos proyectos de industrias extractivas. Uno de los instrumentos que podrían conducir a tratar de manera eficaz estos problemas medioambientales es tener un adecuado ordenamiento territorial, que plantee claramente en que lugares pueden desarrollarse las industrias extractivas y en qué lugares no se puede. El Ordenamiento Territorial fue un ofrecimiento electoral y se debe de cumplir como compromiso que permitiría un marco legal claro para las poblaciones y las empresas extractivas.
Instamos firmemente a las organizaciones sociales a mantener los mecanismos de diálogo, respetar la propiedad pública y privada y buscar resolver los conflictos por las vías institucionales y democráticas.
Secretaría Ejecutiva
Coordinadora Nacional de Derechos Humanos
14 de Noviembre del 2011
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