Carlos Candiotti, dirigente nacional de la Confederación Nacional de Comunidades Afectadas por la Minería (Conacami), dijo a Servindi que “la comitiva de Lircay fue intervenida y atacada por trabajadores de la mina y pobladores de Buenavista que apoyan a la empresa, escuchándose en esos momentos disparos de arma de fuego”.
Los “disparos fueron efectuados por los miembros de seguridad de la Empresa Pampamali, y el presunto autor fue identificado como Apolinario Marcañaupa Ñaurincopa (20) trabajador de la empresa minera” afirmó.
Dirigentes de organizaciones sociales de Angaraes señalan que Percy Puertolas, jefe de Relaciones Comunitarias de Pampamali “fue el incitador junto a su personal de seguridad (y) quienes efectuaron los disparos”, según un pronunciamiento.
“Si hay algún muerto por bala, ellos son los responsables, porque de parte de la población que acató el paro ninguno hizo uso de algún arma de fuego” señalan en un comunicado público.
Esta versión fue corroborada por otro testigo, Emilio Candiotti Valenzuela, quién afirmó que “fue la camioneta de la empresa minera Pampamali la que había sido colocada transversalmente en la carretera para interceptar el retorno pacifico de la comitiva”
En la comitiva que retornaba de la mina iba el Congresista Miro Ruiz. A la altura de Buenavista “fuimos atacados y rodeados por los comuneros que a la vez son trabajadores de la mina” narró Candiotti Valenzuela quien estuvo en lugar de los hechos.
Luego del incidente que cobró la vida de Ordoñez Marcañaupa, que deja viuda y cinco hijos en la orfandad, los pobladores de Buenavista “azuzados por la minera, pasearon el féretro y culparon a los dirigentes”.
Una turba de pobladores que apoyan a la mina por tener vínculos laborales con ella “colocó el cadáver en la puerta de la vivienda del Congresista Miro Ruiz, coreó los nombres de dirigentes con amenazas de muerte y fueron buscados en sus domicilios”, narró Candiotti Ordoñez.
Carlos Candiotti Ordoñez es uno de los dieciséis comuneros procesados como consecuencia de la primera toma del campamento minero de Pampamali efectuada el 6 de noviembre de 2007 y a la fecha no han cesado las amenazas hacia su persona.
Según las últimas informaciones, el jueves 5 de mayo se deberá instalar una mesa de diálogo a las 10 de la mañana en Lircay. Se espera la presencia del presidente regional de Huancavelica, representantes de la empresa minera, funcionarios del gobierno y observadores de derechos humanos y la prensa.
La protesta de la población se origina por las operaciones de minera Pampamali que se realizan en la cabecera de las cuencas de los ríos Sicra y Atuna, cuyas aguas ácidas derivan a los ríos, sin tratamiento alguno, afectando a las comunidades.
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