Gobierno en vez de buscar el dialogo recurre a la represión
La jornada de ayer concluyó con dos heridos de bala en el marco del segundo día del paro contra el proyecto minero Tía María en Islay Arequipa.
La Policía Nacional, ya fiel a lo que ha estado haciendo en los últimos tiempos ha respondido con la represión fue la represión. Al menos dos resultaron heridos de bala, un menor de edad y un adulto, cerrando la jornada con un saldo de 22 detenidos en la provincia de Islay, lo que podría agravar el conflicto.
La Policía Nacional, ya fiel a lo que ha estado haciendo en los últimos tiempos ha respondido con la represión fue la represión. Al menos dos resultaron heridos de bala, un menor de edad y un adulto, cerrando la jornada con un saldo de 22 detenidos en la provincia de Islay, lo que podría agravar el conflicto.
El conflicto amenaza con extenderse por todo el sur ya que en Moquegua y Tacna se han producido manifestaciones de apoyo a los arequipeños.
Lo que fue una jornada pacífica en el primer día del paro, en la que los manifestantes expresaban su protesta con cordones humanos, se vio ensombrecido al día siguiente ya que la población comenzó con el bloqueo de carreteras en respuesta a la represión de una marcha de pobladores con gases lacrimógenos. .
La policía que usa armas de guerra, como fusiles de asalto AK-47, arremetió contra campesinos, trabajadores y pobladores que rechazan el proyecto minero Tía María, impulsada por la empresa Southern, con el apoyo complaciente del gobierno de Alan García, por temor a la contaminación ambiental y que afecte el Agua, principal recurso de la zona donde el agro ha sido el principal sustento.
Los heridos fueron Pedro Taipe Huarca (19), herido en el abdomen, y Rolando Tito Aclota (17), herido en la pierna derecha. Los 22 detenidos durante la batalla campal producida cerca a túnel, en El Fiscal, fueron llevados una parte a la Comisaría de San José y otros a la de Cocachacra.
Producto de los enardecidos reclamos, miles de manifestantes han tomado el puente Santa Rosa y algunos tramos de la carretera Panamericana Sur, impidiendo la salida de Arequipa hacia Moquegua y Tacna.
Muchos vehículos de pasajeros y de carga se encuentran varados. Piquetes de huelguistas han pernoctado en las pistas e instalado ollas comunes.
Los pobladores han mostrado su indignación al sentirse burlados debido a la ausencia de la exigida comisión de alto nivel, que debería presidir el premier Javier Velásquez para buscar una solución al problema. PeroVelásquez advirtió ayer que el gobierno “no permitirá el desorden” en una actitud que podría calificarse como provocadora, acusó a sectores políticos opositores de promover la protesta en Islay, sin tomar en cuenta que en muchas partes del país existe un creciente rechazo a la actividad minera por generar daños ecológicos y ambientales.
Frente a esta actitud todo hace temer que al final se tendrán que lamentar algunas muertes ya que como siempre el gobierno peruano no cede en lo más absoluto en su actitud sorda de escuchar los justos reclamos de los pobladores y que por el contrario los ningunea y busca criminalizarlos.
Por otro lado la Municipalidad Provincial de Islay declaró nula la constancia del 31 de marzo que autorizaba una audiencia pública, el 19 de abril en Mollendo, donde la Southern espera informar del Estudio de Impacto Ambiental, bajo la dirección del Ministerio de Energía y Minas. Entre los argumentos expuestos se señala el incumplimiento de los requisitos de inspección y de seguridad, y el hecho de que la minera haya pedido la autorización sin atender la observancia contemplada en el Texto Único de Procedimientos Administrativos (TUPA) de la municipalidad de Islay.
Lo que fue una jornada pacífica en el primer día del paro, en la que los manifestantes expresaban su protesta con cordones humanos, se vio ensombrecido al día siguiente ya que la población comenzó con el bloqueo de carreteras en respuesta a la represión de una marcha de pobladores con gases lacrimógenos. .
La policía que usa armas de guerra, como fusiles de asalto AK-47, arremetió contra campesinos, trabajadores y pobladores que rechazan el proyecto minero Tía María, impulsada por la empresa Southern, con el apoyo complaciente del gobierno de Alan García, por temor a la contaminación ambiental y que afecte el Agua, principal recurso de la zona donde el agro ha sido el principal sustento.
Los heridos fueron Pedro Taipe Huarca (19), herido en el abdomen, y Rolando Tito Aclota (17), herido en la pierna derecha. Los 22 detenidos durante la batalla campal producida cerca a túnel, en El Fiscal, fueron llevados una parte a la Comisaría de San José y otros a la de Cocachacra.
Producto de los enardecidos reclamos, miles de manifestantes han tomado el puente Santa Rosa y algunos tramos de la carretera Panamericana Sur, impidiendo la salida de Arequipa hacia Moquegua y Tacna.
Muchos vehículos de pasajeros y de carga se encuentran varados. Piquetes de huelguistas han pernoctado en las pistas e instalado ollas comunes.
Los pobladores han mostrado su indignación al sentirse burlados debido a la ausencia de la exigida comisión de alto nivel, que debería presidir el premier Javier Velásquez para buscar una solución al problema. PeroVelásquez advirtió ayer que el gobierno “no permitirá el desorden” en una actitud que podría calificarse como provocadora, acusó a sectores políticos opositores de promover la protesta en Islay, sin tomar en cuenta que en muchas partes del país existe un creciente rechazo a la actividad minera por generar daños ecológicos y ambientales.
Frente a esta actitud todo hace temer que al final se tendrán que lamentar algunas muertes ya que como siempre el gobierno peruano no cede en lo más absoluto en su actitud sorda de escuchar los justos reclamos de los pobladores y que por el contrario los ningunea y busca criminalizarlos.
Por otro lado la Municipalidad Provincial de Islay declaró nula la constancia del 31 de marzo que autorizaba una audiencia pública, el 19 de abril en Mollendo, donde la Southern espera informar del Estudio de Impacto Ambiental, bajo la dirección del Ministerio de Energía y Minas. Entre los argumentos expuestos se señala el incumplimiento de los requisitos de inspección y de seguridad, y el hecho de que la minera haya pedido la autorización sin atender la observancia contemplada en el Texto Único de Procedimientos Administrativos (TUPA) de la municipalidad de Islay.
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