Javier Velázquez Quesquén jura como nuevo premier.
No, no es un chiste de García, es la dura realidad, uno de los congresistas que se encuentra más vinculado al gobierno, que tuvo una controversial participación en cuanto al conflicto amazónico, que presidió la mesa que suspendió a los congresistas nacionalistas. En resumen, el Congresista que más
ha hecho por tirarse abajo el minúsculo prestigio del Legislativo, es trasladado al Ejecutivo en mérito a su tendencia a la genuflexión.
No contento con eso, nuestro grasoso presidente nombró a Aurelio Pastor como Ministro de Justicia, otro bufalín que se quedará a cargo del caso de sus amigos León. De yapa, ¿Por qué no? Rafael Rey como ministro de defensa, quien no tiene una mínima idea de como manejar este ministerio y que además ha demostrado una tolerancia parecida a la de la Santa Inquisición. Ugarte se queda en Salud y Carranza a quien agradecemos su famoso plan anticrisis en economía. La ministra light o "la ministra carismática" (como la llaman los sectores conservadores) Mercedes Aráoz se retira pero a otro ministerio. Nuestra inteligentísima y prudente ministra que con anterioridad declaró que “si se derogan los decretos
legislativos se pierde el TLC" pasa al ministerio de la producción.
García, con una vocación única al continuísmo reaccionario, nombró al gabinete más aprista y dirigido por un titiritero. Que mensaje pretende darnos nuestro presidente, pese a los conflictos sociales que vienen ocurriendo en nuestro maltrecho país. Nada va a cambiar. Queda demostrado entonces que el Búfalo García se zurra en el resto de peruanos y peruanas y que a los señorones de la CONFIEP les asegura que podrán respirar tranquilos, los empresarios de la minería y la pesquería también.
El grupo Romero ya puso a su mayordomo y el modelo está a salvo con Carranza atornillado en su puesto de ministro de Economía. Los que quieran mesas de diálogo, que dialoguen con Velásquez Quesquén, un aplaudido experto en manejo de conflictos.
¿Por qué tratar de ocultar sus intenciones? Talvez colocando a Rómulo León y a Agustín Mantilla perdía la popularidad de los sectores conservadores que en pos del moralismo -facho hubieran radicalizado su discurso.
PRENSA ALTERNATIVA
No, no es un chiste de García, es la dura realidad, uno de los congresistas que se encuentra más vinculado al gobierno, que tuvo una controversial participación en cuanto al conflicto amazónico, que presidió la mesa que suspendió a los congresistas nacionalistas. En resumen, el Congresista que más
ha hecho por tirarse abajo el minúsculo prestigio del Legislativo, es trasladado al Ejecutivo en mérito a su tendencia a la genuflexión.No contento con eso, nuestro grasoso presidente nombró a Aurelio Pastor como Ministro de Justicia, otro bufalín que se quedará a cargo del caso de sus amigos León. De yapa, ¿Por qué no? Rafael Rey como ministro de defensa, quien no tiene una mínima idea de como manejar este ministerio y que además ha demostrado una tolerancia parecida a la de la Santa Inquisición. Ugarte se queda en Salud y Carranza a quien agradecemos su famoso plan anticrisis en economía. La ministra light o "la ministra carismática" (como la llaman los sectores conservadores) Mercedes Aráoz se retira pero a otro ministerio. Nuestra inteligentísima y prudente ministra que con anterioridad declaró que “si se derogan los decretos
legislativos se pierde el TLC" pasa al ministerio de la producción.García, con una vocación única al continuísmo reaccionario, nombró al gabinete más aprista y dirigido por un titiritero. Que mensaje pretende darnos nuestro presidente, pese a los conflictos sociales que vienen ocurriendo en nuestro maltrecho país. Nada va a cambiar. Queda demostrado entonces que el Búfalo García se zurra en el resto de peruanos y peruanas y que a los señorones de la CONFIEP les asegura que podrán respirar tranquilos, los empresarios de la minería y la pesquería también.
El grupo Romero ya puso a su mayordomo y el modelo está a salvo con Carranza atornillado en su puesto de ministro de Economía. Los que quieran mesas de diálogo, que dialoguen con Velásquez Quesquén, un aplaudido experto en manejo de conflictos.
¿Por qué tratar de ocultar sus intenciones? Talvez colocando a Rómulo León y a Agustín Mantilla perdía la popularidad de los sectores conservadores que en pos del moralismo -facho hubieran radicalizado su discurso.
PRENSA ALTERNATIVA
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