Cuestionan uso de recursos públicos en visita papal. Hackean páginas de internet relacionadas a la gira del pontífice
“Tu eres enemigo de muchos derechos humanos/ Lesbianas y gays te parecen marranos/ Tiras la piedra y luego escondes la mano/ Proteges pedófilos y luego te haces el santo”, fue una de las estrofas de la canción “Que se vaya Benedicto” cantada por decenas de activistas en la Glorieta del Ángel de la Independencia en repudio a la visita del Papa Benedicto XVI.
En punto de las 16:30 horas, tiempo en el que se tenía prevista la llegada del pontífice a Silao, Guanajuato, procedente de Roma, Ricardo Baruch, de la Coalición de Jóvenes por los Derechos Sexuales y Reproductivos, cuestionó el uso de recursos públicos para pagar la visita del jerarca católico durante tres días al estado de Guanajuato, la negativa de Ratzinger a reunirse con las víctimas de pederastia por parte de los Legionarios de Cristo, su oposición al reconocimiento de las familias diversas, principalmente las formadas por parejas del mismo sexo, y al reconocimiento de los derechos reproductivos de las mujeres.
Para Baruch, esta protesta no ataca a las personas creyentes, sino crítica a la jerarquía católica y a su líder Benedicto XVI, quienes impulsan políticas públicas “retrógradas” que violan la laicidad del Estado mexicano.
Sobre las protestas en Guanajuato, para tener un mayor impacto, el activista explicó que la incidencia de la sociedad civil en esa entidad es “débil” por el contexto violatorio de derechos humanos.
Emilia Almanza, del Grupo Interdisciplinario Feminista, leyó un comunicado en el cual se cuestionó que los gobiernos estatal y federal hayan gastado 100 millones de pesos “para una visita papal de apenas un fin de semana y con claros propósitos políticos”, entre los que destacaron mantener el poder de las élites políticas que han convertido a México “en el desastre que hoy vivimos”.
A su vez, puso en entredicho la postura del Vaticano en torno a los matrimonios entre personas del mismo sexo y el derecho a las mujeres a decidir sobre su cuerpo. Señaló que el gobierno mexicano “bajo la moral católica” violenta y atropella los derechos humanos de las mujeres y propicia la discriminación de las personas no heterosexuales.
De acuerdo con la activista el problema no es la religión católica, sino la utilización del credo religioso como mecanismo de control por parte de la Iglesia y las élites gubernamentales para mantener sus privilegios y dominio a costa del bienestar del pueblo.
Alejandra Sepúlveda, del Colectivo Pan y Rosas, indicó que la visita de Benedicto XVI viene a consolidar la alianza regional entre la Iglesia y el Estado que los legisladores mexicanos le querían dar como “regalo” mediante la reforma al artículo 24 constitucional.
Aseveró que es necesario denunciar la homofobia fomentada por la Iglesia católica, la cual se refleja en hechos como el asesinato de la activista transexual de Puebla, Agnes Torres, y la negación de derechos a la comunidad lésbico gay.
Cuestionó el gasto realizado por los gobiernos local y federal por esta visita y advirtió que este dinero, calculado en 100 millones de pesos, podría haber sido utilizado en la implementación de programas de educación sexual y de prevención de infecciones de transmisión sexual.
Participaron en la protesta la Coalición de Jóvenes por los Derechos Sexuales y Reproductivos, Pan y Rosas, Movimiento de Caderas, Pacto por la Vida, la Red de Derechos Sexuales y Reproductivos, Grupo Interdisciplinario Feminista y La Chichi Indignada.
Sobre futuras acciones, los activistas coincidieron en que estarán atentos a los pronunciamientos de Benedicto XVI para analizarlos a fondo y realizar foros de discusión, posteriores a su visita.
Por otra parte, el grupo de hacktivistas Anonymus inhabilitó las páginas de internet www.papaenmexico.com.mx y www.cirm.org.mx de la Conferencia de Superiores Mayores de Religiosos. El día de ayer, el colectivo de activistas cibernéticos hackeó la página del gobierno de Guanajuato en repudió a la visita del líder mundial de la Iglesia católica.
En punto de las 16:30 horas, tiempo en el que se tenía prevista la llegada del pontífice a Silao, Guanajuato, procedente de Roma, Ricardo Baruch, de la Coalición de Jóvenes por los Derechos Sexuales y Reproductivos, cuestionó el uso de recursos públicos para pagar la visita del jerarca católico durante tres días al estado de Guanajuato, la negativa de Ratzinger a reunirse con las víctimas de pederastia por parte de los Legionarios de Cristo, su oposición al reconocimiento de las familias diversas, principalmente las formadas por parejas del mismo sexo, y al reconocimiento de los derechos reproductivos de las mujeres.
Para Baruch, esta protesta no ataca a las personas creyentes, sino crítica a la jerarquía católica y a su líder Benedicto XVI, quienes impulsan políticas públicas “retrógradas” que violan la laicidad del Estado mexicano.
Sobre las protestas en Guanajuato, para tener un mayor impacto, el activista explicó que la incidencia de la sociedad civil en esa entidad es “débil” por el contexto violatorio de derechos humanos.
Emilia Almanza, del Grupo Interdisciplinario Feminista, leyó un comunicado en el cual se cuestionó que los gobiernos estatal y federal hayan gastado 100 millones de pesos “para una visita papal de apenas un fin de semana y con claros propósitos políticos”, entre los que destacaron mantener el poder de las élites políticas que han convertido a México “en el desastre que hoy vivimos”.
A su vez, puso en entredicho la postura del Vaticano en torno a los matrimonios entre personas del mismo sexo y el derecho a las mujeres a decidir sobre su cuerpo. Señaló que el gobierno mexicano “bajo la moral católica” violenta y atropella los derechos humanos de las mujeres y propicia la discriminación de las personas no heterosexuales.
De acuerdo con la activista el problema no es la religión católica, sino la utilización del credo religioso como mecanismo de control por parte de la Iglesia y las élites gubernamentales para mantener sus privilegios y dominio a costa del bienestar del pueblo.
Alejandra Sepúlveda, del Colectivo Pan y Rosas, indicó que la visita de Benedicto XVI viene a consolidar la alianza regional entre la Iglesia y el Estado que los legisladores mexicanos le querían dar como “regalo” mediante la reforma al artículo 24 constitucional.
Aseveró que es necesario denunciar la homofobia fomentada por la Iglesia católica, la cual se refleja en hechos como el asesinato de la activista transexual de Puebla, Agnes Torres, y la negación de derechos a la comunidad lésbico gay.
Cuestionó el gasto realizado por los gobiernos local y federal por esta visita y advirtió que este dinero, calculado en 100 millones de pesos, podría haber sido utilizado en la implementación de programas de educación sexual y de prevención de infecciones de transmisión sexual.
Participaron en la protesta la Coalición de Jóvenes por los Derechos Sexuales y Reproductivos, Pan y Rosas, Movimiento de Caderas, Pacto por la Vida, la Red de Derechos Sexuales y Reproductivos, Grupo Interdisciplinario Feminista y La Chichi Indignada.
Sobre futuras acciones, los activistas coincidieron en que estarán atentos a los pronunciamientos de Benedicto XVI para analizarlos a fondo y realizar foros de discusión, posteriores a su visita.
Por otra parte, el grupo de hacktivistas Anonymus inhabilitó las páginas de internet www.papaenmexico.com.mx y www.cirm.org.mx de la Conferencia de Superiores Mayores de Religiosos. El día de ayer, el colectivo de activistas cibernéticos hackeó la página del gobierno de Guanajuato en repudió a la visita del líder mundial de la Iglesia católica.
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