A propósito del artículo Chávez predice guerra, de Mirko Lauer
Por: Félix Álvarez Torres
Ayer Mirko Lauer, en su leída columna Observador del diario La República,(*) ensaya un estudio del discurso del presidente venezolano Hugo Chávez, en el que llama a sus militares a estar preparados para la guerra. El periodista comete tal cantidad de errores de percepción, que me atrevería a decir que intenta confundir a sus lectores (entre los que me encuentro) para evitar el vislumbramiento de la verdad, o dicho de manera más simple: defiende una mentira.
Lauer dice que desde el 2005 los analistas norteamericanos (no dice cuales ni cual es la influencia de estos en EEUU) consideran que “Chávez desarrolla en América Latina una guerra asimétrica, en la cual el ejercicio de la violencia es secundario frente a los factores políticos. Su primer objetivo sería la desestabilización de Colombia…” Decir que esto es una insensatez realmente no es original y además no lo dice Lauer si no “los analistas norteamericanos” de quienes no sabemos nada. Bueno creo que “los analistas norteamericanos” se equivocan, una guerra asimétrica es algo más que penetración ideológica, que dicho sea de paso esa guerra Chávez no la está ganando. Si quedamos en que de ahora en adelante vamos a llamar guerra asimétrica a las jugadas políticas, a la propaganda ideológica y a la fuerza mediática, resulta que Estados Unidos libra una “guerra asimétrica” permanente a nivel planetario en todos los rincones del mundo. “Desestabilizar Colombia” es el primer objetivo de Chávez según los analistas anónimos. Y en el párrafo siguiente dice: “En esa hipótesis debemos entender que la apertura de aeropuertos colombianos al ejército de los EEUU ha sido leída por Chávez como una movida directa contra sus planes de guerra asimétrica”. O sea que: como Chávez quiere desestabilizar Colombia con una “guerra asimétrica”, “guerra” que se da en un campo de batalla mediático y en la cual no hay sabotaje, magnicidios, terrorismo ni nada de lo que define a las guerras asimétricas pero aun así es una “guerra asimétrica”, EEUU le pone 7 bases militares al costado para que se deje de vainas. Lo más pernicioso es que dice: “debemos entender” como si este disparate fuera algo de sentido común, y claro como el lector tiene amor propio y no quiere pensar que es tonto se obliga a aceptar el sentido común de Lauer y los analistas sin nombre.
Luego se nos dice que “Bogotá hace notar que el apoyo de sus vecinos a las FARC y al ELN constituye en los hechos una forma de invasión, de la que es preciso defenderse” recuerda “la incursión a Ecuador que en el 2008 capturó las computadoras del líder FARC Raúl Reyes, quien utilizaba al país vecino como santuario. En aquella ocasión los discos duros revelaron más nexos de Venezuela con las FARC”. Bueno todos sabemos que un país que invade a otro y bombardea territorio fuera de sus fronteras está cometiendo un acto de guerra, guerra de agresión que es muy diferente a guerra defensiva. Es conocido el cuestionamiento sobre el peritaje al que se sometieron los discos duros recuperados de los guerrilleros y demás historias viejas pero que vale la pena recordar, ya que se quiere atarantar nuestra conciencia con mentiras malintencionadas.
“Una incursión colombiana exitosa tendría un efecto similar al del golpe en Honduras: llevar la contención de Chávez a nuevos niveles. Lo cual equivaldría a desanimar a los socios actuales o potenciales de Chávez en la región, lo cual a su vez potenciaría las victorias electorales de derecha que se den en los próximos tiempos”. Claro ésta es una hipótesis alucinada pero después de lo de la “guerra asimétrica” parece la sensatez más pura. Sin embargo no me queda claro porque es que el efecto de la incursión colombiana (me imagino que se refiere a un ataque de Colombia a Venezuela) tendría un efecto dañino en la imagen de Chávez, sobre todo si él resulta ser víctima de una agresión. Si el autor se equivocó y quiso decir todo lo contrario (que Venezuela invade Colombia) entendería que nadie quiera estar con un el jefe de un gobierno que invade militarmente países vecinos, pero ¿como va invadir Colombia si hay siete bases militares norteamericanas? Además menciona a Honduras, interesante asociación ya que es en Honduras donde la Base Aérea de Soto Cano sirve a los intereses norteamericanos en Centroamérica, intereses gravitantes en el golpe contra Zelaya.
Luego escribe nuestro ilustre periodista “En cuanto al carácter latinoamericano de la guerra que menciona Chávez, resulta difícil (no imposible) imaginar a los países más decididos del ALBA movilizándose militarmente en defensa de Venezuela”. Definitivamente es lo más acertado del artículo. Pero es justamente en este golpe de estado hondureño donde se vio a un bloque latinoamericano como no se había visto antes: Brasil (que dicho sea de paso es la gran potencia militar de Sudamérica) protege en su embajada en Tegucigalpa al presidente Zelaya, a quien unas semanas antes Venezuela le prestó un avión para que viaje junto con autoridades de muchos países de América Latina en el frustrado retorno a su patria.
Según Lauer la penetración ideológica es lo mismo que “guerra asimétrica”, Venezuela invade o es invadida, las computadoras de las FARC apuntan a Chávez y no existe bloque político en la región que respalde al gobierno Venezolano. Y yo que me preguntaba ¿Para qué sirven las bases militares extranjeras en Colombia?
(*) El articulo fue publicado en la mencionada columna, en la edicion de ese diario, correspondiente al jueves 12 de noviembre del 2009. ( N de R)
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